Por: Carlos López Riesco
Cuando ponemos en marcha un proyecto empresarial o profesional, lo primero que pensamos es: qué vamos a poner en el mercado y cómo podemos atraer la atención del público.
Lo segundo que pensamos es… ¿cómo vamos a denominar a ese producto o servicio? ¿qué signo distintivo vamos a utilizar para que el público identifique que ese producto es nuestro y no de otra empresa? En definitiva, ¿qué Marca va a ser la que reconozca el consumidor cuando quiera adquirir nuestros productos o servicios?
Cuando un consumidor quiere adquirir un producto o servicio, expresa su voluntad identificándolo con el signo que lo distingue del resto de los que hay en el mercado.
Podríamos afirmar que no hay producto o servicio que no tenga una marca.
Normalmente, le damos muchas vueltas a la cabeza para elegir ese nombre, esa imagen que nos identifique, que nos aporte distintividad y que resulte atractivo porque pensamos que una parte del éxito de nuestro proyecto pasa porque la Marca sea la más atractiva posible.
Y es lógico que le demos importancia a la marca, porque es lo primero que el consumidor va a identificar en el mercado. Es el elemento que el consumidor recordará a la hora de elegir la compra.
¿Alguien se imagina que un producto cambie de nombre cada semana o cada día? Sería imposible que el consumidor realizara la acción de comprar si esto ocurriera.
Por eso es tan importante la Marca. Porque proporciona al consumidor un caudal de información que va adquiriendo a través de la experiencia de compra, y que le facilita dicha experiencia, porque puede decidir sabiendo de antemano que un producto (o servicio) que se identifica con una Marca, tiene unas características determinadas que son las que quiere disfrutar.
Y precisamente por ello, la empresa que es titular de esa Marca y de ese producto, no tiene que hacer el esfuerzo diario de explicar las características del producto, el consumidor ya las conoce porque están dentro de su valor reputacional; es el valor intangible que poseen las Marcas.
Sin embargo, y sabiendo lo importante que es la Marca para el éxito de un producto o servicio, ¿sabemos bien cómo elegir nuestra Marca?, ¿estamos seguros de que somos dueños de la Marca que hemos creado?, ¿nos preocupamos de asesorarnos bien acerca de la buena salud de nuestra Marca?, ¿tendremos problemas si nuestra Marca se parece a la de otro?, y… ¿esos problemas pueden costarme dinero?
Si has leído estas preguntas, tú mismo te habrás dado las respuestas.
Y según te hayas contestado a ti mismo, sabrás si estás haciendo las cosas bien o si, quizá, debes informarte mejor asesorándote por un profesional.
La Marca es un derecho de propiedad industrial que otorga a su titular el derecho de uso de la Marca con carácter de exclusividad, y por otro lado, un derecho a prohibir a terceros el uso de la Marca sin su consentimiento.
A veces creemos que esto de las Marcas, y la necesidad de tenerlas registradas, y bien registradas, es cosa de empresas grandes, y que para una empresa pequeña o incluso para un autónomo, es algo innecesario.
Por nuestra experiencia os podemos decir que esto no es así, y que es precisamente a las pequeñas empresas a las que más les puede reportar el tener su Marca jurídicamente bien atendida y saber que pueden desarrollar sus actividades sin la preocupación de estar infringiendo derechos de otros, y que además, todo el esfuerzo lo estamos depositando en un bien que aunque sea intangible, tiene un valor económico. Un valor económico que es nuestro, ganado a base de trabajo, y que por ello, debemos proteger bien.
Además, la irrupción de internet, ha revolucionado también el mundo de las Marcas, facilitando sin duda, el conocimiento de ellas, pero también provocando multitud de conflictos que hace 20 años, eran casi impensables.
Una empresa puede cambiar de maquinaria, de instalaciones, de equipamientos, sin que ello tenga necesariamente una repercusión negativa en las ventas de sus productos. Sin embargo, si perdemos nuestra Marca, ¿cuál sería el efecto?
Estas, entre otras, son las razones por las que, cuando pongas en marcha una empresa, además de contar con el asesoramiento de profesionales en otros ámbitos, como el económico, fiscal, laboral, mercantil… debes contar también con profesionales expertos en propiedad industrial. El valor de tu negocio lo merece.
Protege tu Marca, es el valor más importante de tu empresa. Después de ti.
Si te interesa conocer más acerca de este interesante tema y responder todas tus dudas para impulsar tu marca, te invitamos a la charla que Carlos López Riesco estará dando de manera exclusiva para la comunidad y usuarios de La Escuela del Orden.
¡No te pierdas esta gran oportunidad!
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