Ninguna profesión está exenta de retos y desafíos, de hecho, hay algunos retos que coinciden en todos los casos, como podría ser la dificultad de iniciar un proyecto propio o conseguir ciertos recursos, etc. Los retos a los que se enfrenta un Organizador/a Profesional no son muy dispares a los del resto, sin embargo, sí que podemos encontrarnos con algunos más debido principalmente a dos cosas importantes: el desconocimiento de la profesión y el boom de la profesión.
No se trata de desanimaros, sino de simplemente contaros, desde la experiencia, aquellos inconvenientes a los que los organizadores profesionales solemos enfrentarnos, para que lo tengáis en cuenta al momento de emprender y para que no os dejéis vencer por la sorpresa.
Retos y desafíos
Muchos creen que para ser organizador profesional basta con leer un libro. Es verdad que la pasión por el orden es un gran comienzo. Pero como en cualquier otra profesión también es necesario prepararse, practicar, conocer y aprender. Hay mucho más allá del doblado vertical, sobre todo al momento de montar un negocio propio, en el que se requieren de muchos otros conocimientos, desde presupuestar, hasta el trato con los clientes.
Es una profesión relativamente nueva. Por eso algunas personas se confunden y piensan que, al contratar los servicios de un organizador profesional, está contratando un servicio de mudanzas, o un servicio de limpieza o incluso, hay quien confunde a los organizadores profesionales con organizadores de eventos. Afortunadamente, poco a poco se ha difundido más y existen escuelas como la nuestra, que trabajan para desarrollar las habilidades de las personas en este ámbito y darlas a conocer.
Los clientes no saben o no creen que necesitan ayuda de un organizador profesional. Siempre lo comentamos; la gente cree que es buena idea contratar un entrenador personal, una persona que ayuda en la limpieza, que les ayude a planificar un viaje, pero no cree que debe gastar en un organizador profesional. Esto se debe, en parte, al desconocimiento. Al no conocer bien los servicios que ofrecemos, no sabe que puede echar mano de ellos.
El boom de Marie Kondo. No nos malentendáis, Marie Kondo ayudó a colocar en el mapa del mundo a la organización profesional lo cual es fenomenal. Sin embargo, también hizo que muchas personas creyeran que, así como trabaja ella, trabajan todos los organizadores del mundo y muchos clientes esperan que llegues a su casa y hagas magia como si estuviéramos en una seria de Netflix. La realidad es que hay distintos tipos de organizadores, con distintas técnicas y procesos de trabajo e incluso existen aquellos que combinan varias disciplinas. Así mismo, existen casos de clientes muy sencillos y otros un poco más complejos.
Empieza a ser difícil diferenciarse de la competencia. Cada vez somos más lxs que nos dedicamos a esta maravillosa profesión. Pero, debido a esto también se complica un poco establecer el concepto de un negocio nuevo o ayudar a un cliente a decidir por qué debe elegir los servicios de un organizador y qué lo diferencia de otro. Aquí es donde entra la calidad del trabajo, la creatividad, honestidad y cercanía.
Reto no significa imposible
Con todo y estos desafíos, la organización profesional sigue siendo una gran alternativa para aquellas personas que quieren dar un giro a su vida.
Si bien os contábamos que se requiere de cierta preparación, es verdad que no se necesitan muchos requisitos ni necesitamos contar con una titulación previa, pero sí de mucha dedicación y amor por el orden y las personas.
Si éste es vuestro caso y os habéis encontrado con más desafíos que motivaciones, os invitamos a acercaros a La Escuela del Orden donde te ayudaremos a encontrar tu camino dentro de esta profesión con nuestros cursos.
Y si ya os dedicáis a la organización profesional os invitamos a que compartáis vuestros propios desafíos y cómo habéis encontrado la manera de sortearlos.