Autor: Rafa Gracía

Incluso algunos de mis amigos informáticos o plenamente relacionados con la tecnología, me preguntan a mí, cómo elegir un buen ordenador. ¡Y no porque sea un agente en activo de alguna organización de consumidores! El secreto es la Caja de Herramientas TUDEO de la que tengo que hablar a fondo en algún otro artículo.

Es una hoja Excel específicamente diseñada para comparar con el detalle que yo quiero, y en el formato más conveniente (más conveniente para mí; no para el comercio que ya sabemos lo que quiere…) casi casi cualquier cosa.

¿Listos para saber por qué? ¿Listos para saber qué tiene que ver la compra de un ordenador con la organización personal?

 

¿Por qué debo prestar atención a esta compra?

 

Lo primero es precisamente esto: tener claro que cuando compramos tecnología “física” o hardware hay que ser cada vez más prudentes. El mercado está diseñado para ofrecernos un sinfín de aparatos. Cada cual más atractivo, mejor presentado y a unos precios increíblemente competitivos. Apenas has aprendido a sacarle jugo a tu teléfono móvil o tu portátil y ya te están ofreciendo la siguiente generación. Y te atacan con el día sin IVA, el Black Friday, el Cyber Monday y lo que haga falta.

Pero mi filosofía en esto es la misma que para cualquier objeto que compro con intención de que conviva y me dé servicio durante un tiempo: precisamente maximizar ese tiempo. Habitualmente (aunque no siempre) eso pasa por gastarse un poco más de dinero. Sabiendo que la inversión va a ser más duradera y satisfactoria. Así que buena parte de las razones por las que es importante prestar atención a esta compra son parecidas a las que podríamos aplicar a una nevera, un coche o un televisor: fíjate en los detalles, asegúrate de que cubre tus necesidades actuales y futuras y sólo después compara precios y compra.

Las razones de fondo no son sólo tecno-económicas sino también sociales y medioambientales. Primero: sé consciente de que algún día ese equipo que ahora te vas a comprar irá a parar a la basura. De una u otra forma. Si tu fabricante garantiza una fabricación respetuosa con el medio, mejor. Pero sobre todo, si cogemos algo bueno y con proyección, es muy posible que pueda tener una segunda o incluso una tercera vida por otros usuarios, retrasando cuanto podamos el momento de llevarlo al punto limpio.

Y yo personalmente atiendo cada vez más a las cuestiones sociolaborales. Que también van ligadas a las ecológicas. Me importa la forma en la que se fabrican las cosas. Es difícil saber qué situaciones se esconden incluso detrás de las grandes marcas. Pero tiendo a pensar, precisamente, que una marca de prestigio cuida más estos aspectos que una recién llegada. Tiendo a pensar -perdón por el sesgo-, que una empresa europea o americana tiene unos controles que no tiene una asiática. Y actúo en consecuencia.

 

¿Qué debo saber para elegir un buen ordenador?

 

Bien. Pues ahora que ya he repasado mis valores de compra, toca entrar en la cuestión puramente tecnológica. Normalmente llegaré a esto asomándome a Google o, quizás, a través de un catálogo que me hayan dejado en el buzón. Cada cuál más vistoso y con reclamos de precios y características:

cómo elegir un buen ordenador

Cada fabricante y cada vendedor resalta en su información aquello que le interesa comunicarnos. Y generalmente oculta lo que no quiere que veamos. Así que nuestra primera labor es identificar qué cosas me deben preocupar. ¿Cómo? Leyendo y apuntando con atención lo que nos dicen unos y otros. Me adentro en el primer anuncio. Uno cualquiera. Y empiezo a apuntar en las columnas de una Excel las características que me muestran: procesador, memoria RAM, disco duro o SSD,… ¿Tarjeta integrada? ¿Teclado numérico? ¿15’6”?… No te preocupes si no entiendes de qué te están hablando: tú ve recogiendo en columnas aquello a lo que veas que le ponen más foco:

cómo elegir un buen ordenador

En cada fila indicarás un nuevo modelo. Recuerda:

  • en las columnas, características. 
  • en las filas, modelos.

Observa la imagen superior.

A medida que vas leyendo catálogos y hojas de características irás incorporando filas. Y lo más normal es que vayas descubriendo nuevas funcionalidades. Por ejemplo: ¿Cuántos puertos USB tiene? ¿Son USB-C? ¿Tiene sensor de huella digital? Nuevas funcionalidades significa nuevas columnas. A medida que las vas descubriendo y te parecen interesantes como criterio comparativo, las vas añadiendo.

Al hacerlo, al incorporar columnas, te darás cuenta de que las primeras filas que creaste no cuentan con ese dato. Y típicamente tienes que repasar la documentación de los primeros modelos para completarlo.

Según avanzas vas aprendiendo. Es posible que, de tanto encontrártelo, quieras saber exactamente cuál es la diferencia entre, por ejemplo, un Windows 10 home edition y un Windows 10 pro edition. No te será difícil hacer una búsqueda aparte para encontrar algún artículo clarificador. Cuando lo tengas claro, es buena idea añadir una nota en la celda de esa característica (con el botón derecho del ratón). Y, de esa forma, cuando repases tu tabla y no recuerdes qué signficaba ésta o aquella cosa, pongas el ratón encima y te aparezca la explicación que necesitas.

Claves para un acierto seguro

¡Uy! Esto tiene pinta de ser trabajoso.

Pues sí. Lo es. Sobre todo al principio. Luego compruebas que, una vez que tienes creadas todas las columnas, incorporas nuevas referencias del tirón. Las últimas, en un abrir y cerrar de ojos.

Pero si te vas a gastar 800 €, 1000 €, 1.500 €…. Yo creo que merece la pena dedicarle unas horas y asegurarte de que aciertas. Sobre todo porque por el camino, vas a aprender mucho y ponerte al día. Vas a entender mejor qué estás comprando y el motivo por el que un aparato aparentemente muy similar a otro cuesta 200 ó 300 € más. Siempre hay una característica que los diferencia. Por ejemplo, el tamaño del disco duro: ¿500 GB o 1 TB? O si tienen tarjeta gráfica integrada o discreta. O si son 8 ó 16 GB de RAM. Siempre hay un detalle. Diferencias que son difíciles de encontrar simplemente leyendo la publicidad de unos y otros, se iluminan como luciérnagas en la noche cuando traes todos los datos a tu caja de herramientas.

Y como además empiezas a manejar la jerga, también empiezas a saber manejar los filtros que algunos comercios nos brindan y que resultan tan útiles para llegar a lo que buscamos. Preséntame sólo equipos con SSD + HD, sin pantalla táctil y de HP o Apple… ¡Fácil!

cómo elegir un buen ordenadorEl último dato a atender es el precio. Que, por supuesto, ha de contar con su columna específica en la tabla. Una cosa que yo hago a veces es meter dos filas exactamente iguales. En las que lo único que cambia son dos celdas: el comercio (con un enlace para pinchar en él y visitar la página directamente) y el precio.

Tu organización digital tiene en tu equipo personal o profesional, un puntal clave. No elijas al tun tún. Hay mucho tiempo y gustos (o disgustos) futuros que van a venir de la mano de esa decisión.

Y si quieres profundizar en estas cosas, no olvides echar un vistazo aquí y apúntate a la siguiente convocatoria de TUDEO (Tu Universo Digital En Orden). Aprende a sentir un razonable control sobre tus decisiones tecnológicas y tus cosas digitales.

Facilitador Curso TUDEO Ayuda a personas y equipos a organizarse mejor. Combinando las posibilidades tecnológicas y su bagaje ingenieril y empresarial con una alta capacidad de comunicación. Comprometido con un enfoque muy práctico y realista de las cosas.