Serge Latouche es un reconocido economista e ideólogo francés, nacido en Vannes, Francia. Se reconoce su trabajo y amplias aportaciones al mundo de la filosofía y las ciencias sociales, siendo uno de los mayores contribuidores del Movimiento AntiUtilitarista en Ciencias Sociales (Revue du MAUSS) y uno de los principales ideólogos más conocidos del decrecimiento.
¿Qué es el decrecimiento y por qué nos interesa?
El decrecimiento es una corriente de pensamiento político, económico y social que favorece la disminución controlada de la producción económica, su principal objetivo es establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos entre sí. Por esta misma razón, el decrecimiento se opone al desarrollo sostenible, pues basa sus principios en el respeto al clima, a los ecosistemas y a las personas. Mientras el desarrollo sostenible implica mejorar nuestra calidad de vida a partir del aprovechamiento de recursos naturales, el decrecimiento afirma que el bienestar no se logra haciendo las cosas de manera natural, sino haciendo más con menos o vivir mejor con menos cosas.
Así es como Serge Latouche explica y se manifiesta en contra del deterioro que padece nuestra sociedad ante la explotación de recursos naturales. En la conferencia El decrecimiento, ¿una alternativa al capitalismo? llevada a cabo en el Colegio Mayor Larraona de Pamplona, subrayaba que el actual ritmo de crecimiento económico mundial es tan insostenible como la falta de recursos del planeta.
De acuerdo con su punto de vista, el consumo excesivo de las personas está resultando no solo en el deterioro del planeta, sino en la sobreexplotación ambiental; con las nuevas formas de vida posmodernas y con la promoción del desarrollo sostenible, no damos tiempo a la naturaleza de que se estabilice, pues la velocidad con la que consumimos es mayor a la que necesitan los recursos naturales para regenerarse.
«El decrecimiento que ya estamos experimentando será consecuencia del hundimiento de una forma de capitalismo insostenible, y además será desmesurado y traumático».
En esta misma conferencia invitó a los asistentes y a la sociedad en general en reconfigurar su estilo de vida. «Deberíamos de hablar de A-crecimiento», abogando por evitar el enriquecimiento desmesurado y la exhibición de lo superfluo. Señala que actualmente vivimos esclavizados por el consumo y la economía de la acumulación, vivimos frustrados deseando todo lo que no tenemos ni necesitamos, lo cual solo nos lleva a estados de infelicidad.
Para el profesor Latouche, «la gente feliz no necesita consumir».
Sus números como economista aseguran que le dan la razón: cada año hay más habitantes en el planeta a la vez que disminuyen los recursos, sin olvidar que consumir significa producir residuos y que el impacto ambiental de un español equivale a 2,2 hectáreas, y que cada año se consumen 15 millones de hectáreas de bosque «esenciales para la vida».
Consumir menos y consumir mejor
Una de las propuestas de Latouche para contrarrestar este estados de consumo masivo es trabajar menos, para vivir mejor, lo que requeriría de una mejor distribución del trabajo entre las personas para trabajar menos y vivir más la vida.
Esta ideología la ha denominado como «ecosocialista», misma que ha sido criticada por otros especialistas y con la que propone un estilo de vida que apela por la calidad más que por la cantidad, en otras palabras consumir mejor, apelando por la producción de bienes de consumo locales, por ejemplo, en donde cada persona se abastece de lo que produce o incluso destacando la producción local de recursos de los países, poniendo como ejemplo que de esta manera no tendríamos una flota de camiones contaminando y gastando recursos, para transportar tomates a España que vienen desde Holanda. Hay que decir NO, al crecimiento por el crecimiento.
«No se obtiene la felicidad si no podemos limitar nuestros deseos y necesidades».
Séneca