En este nuevo artículo veremos por qué y cómo cobrar por consulta o asesoría si eres Organizador/a Profesional. Escuchamos de nuev@s Organizador@s Profesionales que dedican mucho tiempo a hacer consultas “rápidas” o a redactar propuestas, incluso a visitar los hogares antes de ser contratad@s, sin cobrar nada por ese – aparentemente – pequeño servicio.
Creemos que esto se debe a la naturaleza servicial y empática de la profesión, pero no debemos olvidar que la organización profesional es igual que cualquier otra profesión e incluso esas tareas que parecen insignificantes requieren tiempo y esfuerzo, y por eso debería ser pagado como otro servicio.
¿Por qué crees que los médicos no dan “pequeñas” consultas o consejos por WhatsApp? Entre muchas otras cosas obvias (propias de la salud), porque se les iría más de la mitad del día resolviendo dudas o dando consejos.
Pues este mismo criterio es el que debemos aplicar para cualquier profesional; una cosa es responder una pregunta sencilla y otra muy distinta dar consejos por teléfono que corren el riesgo de convertirse en consultorías y por las que no pudiste o no supiste cómo cobrar.
¿Solo cobras a tus clientes cuando realizas trabajos de organización en persona o están programadas?
Transmitir un conocimiento, así sea por llamada telefónica o mensajes, o ayudar a resolver problemas por Instagram o en 30 minutos, es ya un trabajo. Esto no quiere decir que nos vamos a poner a cobrar por cada llamada, pero sí a establecer un método que te permita profesionalizar esas asesorías o consultas, aunque no realices un trabajo físico en casa.
¿Por qué? Porque igualmente estás ofreciendo una solución y estás ayudando a resolver ya una parte del problema, lo cual forma parte de tus servicios como Organizador u Organizadora Profesional. Por eso, es muy importante que incluyas las llamadas de consultoría o asesoría a tu portfolio y empieces a cobrar por ello.
Aquí hay 5 razones para agregar consultas pagadas a tu lista de servicios de organización profesional y ayudar a construir una carrera de tiempo completo en la industria de organización del hogar.
Tu consejo es valioso
Mucho de lo que hacemos como Organizadores Profesionales es dar consejos, hacer recomendaciones y compartir ideas e investigaciones. Muchas veces, la primera visita al hogar de un cliente se ocupa para analizar o evaluar la situación, para “organizar su hogar en papel”. Lo que significa que durante esa primera reunión identificaremos la fuente del desorden (tal vez sea papeleo, artículos sentimentales o restos de proyectos incompletos). Luego se proponen posibles soluciones. Pero muchas otras veces eso puede hacerse en una llamada, en vídeo o por teléfono.
Desde el momento en que estableces ese primer contacto, estás ya listo para hacer una lista de todas las acciones necesarias para mejorar su espacio. Además, estás reservando un espacio en el que estarás disponible para compartir estos recursos con las personas que lo necesitan.
Tu conocimiento y experiencia también son valiosos
Aquellas cosas que un organizador/a profesional podría dar por sentado porque nos parecen sencillas u obvias, no lo son para el resto de las personas. Te vamos a poner un ejemplo, si se te descompone la lavadora, llamarás al técnico, el técnico tardará 20 minutos en arreglarla porque resulta que solo tenía roto un botón. Por ese servicio el técnico te cobrará 30 € y entonces tú pensarás “30 € por un botón y 20 minutos”. Al parecer es una avería insignificante, pero resulta que, aunque fuera un simple botón, solo el técnico sabe qué el problema era un botón y cuál botón era el que estaba roto.
Pues así, tal vez consideres que para ti es muy obvia la solución del problema, pero la realidad es que eso lo sabes tú porque eres el o la experta, tus clientes acuden a ti por una razón y es porque no han dado con una solución.
Tu tiempo es valioso
Así sean 30 minutos o 6 horas, estás creando un espacio para dedicarlo a esa persona y prestarle toda tu atención. Durante esos 30 minutos no harás más que enfocarte en tu cliente para ayudarle. Si tú haces ese esfuerzo, el cliente debe considerarlo y saberlo para así también poder apreciarlo y valorarlo. Créeme si te digo, que todo lo que es gratis, por nuestra naturaleza humana, no solemos valorarlo del mismo modo que si algo es de pago y nuestra tasa de compromiso aumenta, solo por este motivo.
Cómo rentabilizar tus consultas o asesorías
Establece un tiempo de consultoría gratuito y uno de pago
Define cuanto tiempo estás dispuest@ a “donar” a tus clientes para una consulta y a partir de qué momento lo considerarás parte del trabajo.
Es verdad que muchas veces funciona enganchar a los clientes con una llamada gratuita o con una consultoría corta, pero debes establecer bien tus tiempos porque si no, corres el riesgo de que esa llamada de consulta se convierta en una llamada de trabajo.
Crea tu plan de trabajo considerando este tipo de acciones
Así como seguramente tienes el paso 1: entrevista, paso 2: visita a casa, puedes integrar las asesorías como parte de tus servicios, por ejemplo:
- Paso 1. Llamada de asesoría gratuita
- Paso 2. Primera cita (llamada o en persona)
- Paso 3. Visita a casa…
Puedes agregar el número de asesorías que quieras, incluso si el proyecto se alarga y establecer consultorías de seguimiento. Sólo no olvides considerarlo en tu plan o flujo de trabajo.
Comunica las reglas del juego
Desde un inicio debes ser muy claro con tu proceso de trabajo y comunicar a tus clientes cómo trabajas y desde el primer contacto comunicarles cómo son tus tiempos, tarifas, que sí haces, que no. Es muy válido aclarar que no realizas llamadas o que no realizas consultas por whatsapp.
Sé muy clar@ con tu forma de trabajar: qué si cobras y que estás dispuest@ a hacer sin ningún pago de por medio; si das consultas en vídeo, cuánto tiempo pueden llegar a durar, si las cobrarás por hora… Sé tan específico como puedas y siempre que sea posible, déjalo por escrito.
Para los clientes es mucho más sencillo entender esto si lo ven tangible, entonces puedes incluir estos puntos en tu página web, crear un correo que muestre estas especificaciones. Eso sí, cuida la redacción y trata de hacerlo simple para que no tenga el efecto contrario y se asusten.
Usa herramientas y establece sistemas
Puedes usar un calendario en el que agenden una cita contigo, y en donde previamente les indiques los pasos a seguir. Por ejemplo, si empiezan a hacerte preguntas por WhatsApp puedes, amablemente, enviar el enlace a tu calendario y/o correo para continuar por ese medio la consulta y agendar una cita.
Puedes crear mensajes automáticos en tus redes para indicar los pasos a seguir para trabajar contigo. Esto también lo puedes hacer en Facebook y si usas la app de Whastapp Business, igualmente lo puedes aplicar.
Si ya tienes páginas web, ahí mismo puedes agregar un formulario y si ya envías newsletters, puedes asegurarte de que toda tu base de datos conozca tu sistema de trabajo.
No seas un robot
Tampoco se trata de ser una máquina de citas, tú sabes con qué clientes es necesario ser un poco más estrict@, pero sin tirar por la borda tus valores. Quieres vender, pero no quieres que tus clientes crean que todo lo haces por dinero. Las condiciones las pones tú, pero nunca debes de olvidar que el servicio que un organizador profesional ofrece es para ayudar.
Encontrar formas de rentabilizar tu proyecto es posible y la mejor manera de hacerlo es identificando aquello que no sabes cómo cobrar y asignarle posibles soluciones. Te sorprenderás de todas las ideas que pueden llegar a tu mente.