Hola, mi nombre es Liliana Valdés, Diseñadora de Interiores y Organizadora Profesional. Y como lo podrás imaginar, compagino mis dos pasiones; el diseño y la organización. 

Salí del mundo humanitario hace 16 años. En ese momento me dediqué a mis hijos pequeños y a establecer mi hogar después de cada cambio de país por razones laborales de mi pareja. Cuando los niños empezaron el colegio, decidí que debía reinventarme e inicié mi formación en Brasil en Diseño de interiores, el equivalente a Interiorismo en España.

Cuando concluí mis estudios pude identificar que a pesar de ofrecer a mis clientes la oportunidad de cambiar sus espacios, era necesario también acompañarlos en el día a día, es decir en la habitabilidad de esos espacios. Lamentablemente, desde el diseño no encontré las herramientas para apoyar a las personas que después de algunos meses de haber hecho una gran inversión en compras o reformas, empezaban a lidiar con el caos que se generaba en sus espacios.  Fue en ese momento que encontré en La Escuela del Orden y en la organización profesional de espacios, todo lo que necesitaba para ayudar a mis clientes en el después, es decir, tras la compra, tras la reforma o tras el alquiler de una vivienda, apoyándoles en su vida cotidiana. 

A lo largo de estos 5 años de experiencia como Organizadora, trabajando desde mi proyecto Skizo Krea, he tenido la suerte de conocer muchas personas de diferentes culturas y países del mundo. He cambiado de país, de casa y de entorno. De todo ello he aprendido que cada persona es un pequeño universo, que los conceptos de orden y organización están fuertemente ligados a su contexto social y cultural, razón por la cual el respeto por sus valores y bagaje es mi prioridad.

Actualmente vivo en Bogotá, Colombia. Me mudé hace un año y medio después de haber vivido en el Líbano, Brasil, Panamá y Suiza. 

Solía pensar que cada cambio de país significaba empezar de cero, por el contrario, con cada cambio de país, he ido creciendo y construyendo sobre lo ya vivido. Definitivamente ha supuesto un reto, pero siempre me he esforzado por mejorar y aprender de las experiencias vividas. He aprendido a adaptarme con rapidez y apoyar también a mi familia en ese mismo proceso de adaptación. 

Y es desde esa experiencia que quiero brindarte algunas recomendaciones en una de las cosas que considero mi punto fuerte, el cambio de vivienda. 

Puedo empezar por recomendarte vivir “ligero de equipaje”, tener una casa y un trastero lleno de recuerdos y objetos que no usas, será uno de los mayores pesos al momento de mudarte. No solo se trata de un peso físico, es también un gran peso emocional, ya sea por el estrés que genera la depuración de todo lo que has acumulado o por desprenderte de cosas a las que te sientes sentimentalmente atado. Hacer limpiezas periódicas de las cosas que no uso, ni necesito han sido sin duda la clave para moverme de país y de casa con facilidad.

Preparar con antelación la mudanza y llevarme solo lo necesario son también elementos importantes en el cambio. Pero un aspecto que muchas personas olvidan y que siempre recomiendo a las personas que pasan por mí misma situación, es nunca dejar cajas sin abrir. La nueva vivienda es mi refugio temporal, pero es mi refugio, así que todo lo que llevo en la mudanza ha sido seleccionado para usarse y por consiguiente está ubicado en todos los espacios de nuestro hogar. Eso sin duda facilita la adaptación, sobre todo, si hay niños en la familia.

Vivir una vida nómada puede ser fácil si llevamos con nosotros solo lo que necesitamos.